Papa y los creyentes hipócritas…

El papa Francisco criticó a los cristianos hipócritas y dijo que es mejor que sean ateos y no se llamen creyentes. El papa criticó a los cristianos que no le pagan lo justo a sus empleados, que hacen negocios sucios o blanquean dinero. El sermón de este jueves es, hasta ahora, la primera vez que Francisco se ha dirigido a los cristianos hipócritas.

Imagino que para Bergoglio ser ateo es sinonimo de ser malo, de hacer negocios sucios, de no pagar o no cobrar lo suficiente. No entiendo la post teologia de Francisco. Si eres un cristiano que explota a otras personas, llevas una doble vida o manejas un negocio “sucio”, tal vez es mejor que no te identifiques como un “creyente”, sugirió el papa Francisco este jueves, en una homilía en Roma.

Entoces vis a vis ser no creyente tiene que ser malo. Pero el argentino se explica. 

“Tantos católicos son así. Y escandalizan”, dijo el pontífice durante una misa matinal en Casa Santa Marta, según reporta Radio Vaticana. “Cuántas veces hemos oído, todos nosotros, en el barrio y en otras partes, ‘pero, para ser católico como aquel, es mejor ser ateo’. Ese es el escándalo. Te destruye. Te derriba. Y esto sucede todos los días”.

Continua: “Pero, ¿qué cosa es el escándalo? El escándalo es decir una cosa y hacer otra; es la doble vida”, dijo el papa Francisco. En la Iglesia católica, es una ofensa grave. El pontífice citó varios ejemplos de cómo llevar una doble vida:

“Yo soy muy católico, yo voy siempre a misa, pertenezco a esta asociación y a esta otra; pero mi vida no es cristiana, no pago lo justo a mis empleados, exploto a la gente, soy sucio en los negocios, hago blanqueo de dinero… doble vida”, señaló el papa, según Radio Vaticana. El sermón del papa Francisco, como es costumbre, fue una extendida improvisación sobre las lecturas bíblicas que incluyeron un pasaje del Evangelio de San Marcos. En él, Jesús dice que es mejor ahogarse que hacer que otros pequen. Basándose en ese pasaje, el catecismo católico dice que los escándalos incluyen a líderes empresariales que alientan el fraude, profesores que agitan a estudiantes y manipuladores que alejan a la gente de valores morales.

En otras palabras, cualquiera que lleve a otro a hacer el mal, directa o indirectamente, es responsable por el mal que ha alentado, dice la Iglesia. Así que cuando el papa Francisco compara a los cristianos con ateos, no es que haya perdido la razón, sino que está tratando de proteger a su rebaño, que lo sabe es uno de los rebaños mas inmorales del mundo.  

Falsos cristianos

Mientras muchos de los pronunciamientos del pontífice son usualmente asumidos como interpretaciones novedosas de las doctrinas cristianas, el papa Francisco también estaba tocando un debate antiguo: ¿Es la salvación abierta a todos los creyentes o solo a aquellos que hacen el bien en la tierra? El papa sugirió esto último en un lenguaje característicamente contundente: imaginó a un cristiano rico tocando las puertas del cielo diciendo: “‘¡Soy yo, Señor! ¿No te acuerdas? Yo iba a la iglesia, estaba cerca de ti, pertenecía a tal asociación, hago esto… ¿no te acuerdas de todas las ofrendas que hice?”

A lo que Jesús podría responder, según el papa:

“Sí, recuerdo. Las ofrendas, aquellas las recuerdo: todas sucias. Todas robadas a los pobres. No te conozco”.

El sermón de este jueves es, hasta ahora, la primera vez que Francisco se ha dirigido a los cristianos hipócritas. En un sermón del pasado mes de febrero, el papa desafió la “falsedad” de los cristianos que hablan de piedad, pero que hacen poco por ayudar a los otros. Tampoco es la primera vez que el papa ha mencionado a los ateos. En 2013, planteó preguntas para decir que el cielo estaba abierto, potencialmente, para todos.

“El señor nos ha redimido a todos nosotros con la sangre de Cristo: todos nosotros, no solo los católicos. Todos”, dijo a los creyentes en una misa. “‘Padre, ¿y los ateos?’ Incluso los ateos. ¡Todos!”. El papa continuó: “Debemos encontrarnos el uno al otro haciendo el bien. ‘¡Pero no creo, padre, soy ateo!’ Pero haz el bien: todos nos encontraremos allá”.

Entonces, falsos no creyentes…

El Vaticano aclaró más adelante, en una nota, que el papa Francisco simplemente estaba hablando de la gracia de Dios, incluso a los ateos, y estaba urgiendo a creyentes y no creyentes a trabajar juntos.

Entendieron algo. Pues yo ni hostia. 

9 opiniones en “Papa y los creyentes hipócritas…”

  1. Hola:
    Amigo, cuando usted dice que para el Papa ser ateo es sinónimo de ser algo muy malo , creo que usted puede estarse equivocando. No soy el Papa para responder por él su opinión,(aunque tampoco él podría disponer de tiempo para ir sitio por sitio del mundo respondiendo a todo lo que se dice de él,lo que no indica que cada sitio tenga su importancia) pero creo que es más sano no hacernos nociones preconcebidas ni llegar a conclusiones a partir de una expresión del Papa ni de ninguna otra persona. O sea, en este caso, el Papa no debe querer decir que todos los ateos sean personas malas, hay hombres y mujeres de buena voluntad en el mundo y no son creyentes, por una u otra razón que desconocemos no creen. Sus motivos tendrán y eso no los hace malos automáticamente. Hay que ver el motivo de cada quien.
    Esta frase de usted: » es uno de los rebaños mas inmorales del mundo», por supuesto que hay muchos «católicos» inmorales, sin embargo, es la Iglesia que tiene tantos santos, vírgenes y mártires como ninguna otra iglesia, la historia del cristianismo católico está llena de gente muy buena y de gente que ha vivido vidas cristianas y santas en el servicio a los pobres o los necesitados, por amor. Y por solo citar un ejemplo, tenemos a la Madre Teresa de Calcuta.
    «El papa continuó: “Debemos encontrarnos el uno al otro haciendo el bien. ‘¡Pero no creo, padre, soy ateo!’ Pero haz el bien: todos nos encontraremos allá”.» Es necesario que se diga esto, porque una de las creencias de los protestantes/evangélicos es que solo los que creen son salvos, sin embargo, la Iglesia católica predica la verdad, y la verdad nos enseña que creas o no creas, si haces el bien, de corazón, te salvarás. Porque no todo el que me dice «Señor,Señor» entrará en el paraíso, sino el que hace la voluntad de mi Padre del cielo, dijo Jesús. Jesús dijo que pondrá a las ovejas a un lado y a las cabras al otro lado, y a los que hicieron el bien que otros necesitaban (las ovejas) entrarán al Reino de Dios.
    Salu2

  2. Llevo media hora tratando de hacer un comentario sobre el post y he decidido al fin copiar y pegar ‘¡Pero no creo, padre, soy ateo!’
    Saludos Hux siempre en tu blog

  3. Disculpe, Huxley, que deje otro comentario en este artículo suyo, espero no sea molestia, es que me toca un poco de cerca y me gusta hablar del tema, porque son muchas las «prédicas» condenatorias respecto a los ateos, y yo he tenido experiencias sobre eso, reitero, y me parece muy mal que la religión en muchos casos toque a nuestra puerta para condenarnos, en vez de para dialogar y quizás ayudar en uno u otro sentido, tanto hacia la persona religiosa, como a la atea.
    A veces durante el período de vida de una persona en la tierra no hay tiempo y oportunidad suficientes para que se cuestione a sí misma o con la ayuda de otra persona su posición con respecto a la fe, o a otros temas. A veces la persona llega -después de morir- al juicio de Dios, y es entonces cuando, frente a Dios tendrá que cuestionárselo bien, porque se trata del juicio más justo. Por eso es que Francisco y el Vaticano hablan de la gracia de Dios con los que no creen, es sencilla y a la vez compleja la explicación, yo entiendo que no entiendan. Pero mi consejo: cuestiónense con toda sinceridad las razones de su ateísmo. Y si desean que yo les ayude a pensar desde algunas aristas que quizás no hayan visto, aquí estoy, y si el que tiene que ver aristas que no había visto soy yo, trataré de estar con mente abierta y sincera a las razones.
    Bendiciones.

    1. Gracias Yousdel, por sus comentarios, excelentes y respetuosos.

      Cuestiónense con toda sinceridad las razones de su ateísmo.

      Todos los días me cuestiono las razones y la lógica de mi ateísmo. Y, me cuestiono, la lógica y la ilógica de todas las razones humanas, incluyendo las propias. Tengo un profundo respeto por el hombre que cree, el hombre de fe, el hombre religioso, en fin el hombre que sufre y ama, pero igual siento el más profundo desprecio por las religiones institucionalizadas, el negocio de Dios, el Poder de creer que mi Dios es superior al del Otro. O, el ser creyente o ateo, me hace superior a otro ser humano. Yo, por suerte ni creo en el dios del Nuevo, ni el Viejo Testamento. Y ello es una opción propia. Mi decisión personal. Si usted se cree salvo y lo hace feliz, es igual su decisión.

      No creo tampoco en los tele o bloguee evangelizadores.

      Tampoco en el Vaticano que bendice ejércitos o los Papas que ellos mismos dicen son infalibles -incluyendo a este Francisco, al cual el marketing del Vaticano lo hace ver como un abuelito que sonríe desde la revista Rolling Stone; pero que calló por omisión o miedo, por política o por obedecer ordenes, o lo que sea, cuando Videla y sus lacayos -entre ellos la copula católica y romana de Roma, asesino a más de 30 mil argentinos. No creo en el poder moral ni monetario del Vaticano.

      Lo otro seria: si desean que yo les ayude a pensar desde algunas aristas que quizás no hayan visto, aquí estoy, y si el que tiene que ver aristas que no había visto soy yo, trataré de estar con mente abierta y sincera a las razones. No gracias. Cuando quiero pensar recuerdo a Sócrates que jamás escribió una letra, pero según sus discípulos dijo aquello de solo sé que no sé nada.

      Nada más hay que visitar los sitios sobre el negocio de Dios es esta misma plataforma para ver las estupideces que se dicen y escriben o la perdida de tiempo al estilo de Bizancio, «si los ángeles son hombres, mujeres -homosexuales o transexuales».

  4. Yousdel…

    Sus cometarios, y su sitio o blog, me hace reafirmar que no me interesa su Dios.

    Hoy mi corazón se ha convertido
    En receptáculo de todas las formas religiosas
    Es pradera de gacelas
    Y claustro de monjes cristianos
    Templo de ídolos
    Y Kaaba de peregrinos
    Tablas de la Ley
    Y pliegos del Corán.
    Hubo un tiempo
    En que yo rechazaba a mi prójimo
    Si su religión no era la mía.

    Con acierto mágico puso el místico y poeta Ibn Arabi su pensamiento y su poesía en una verdad, una verdad tan antigua y generalizada como todas las creencias de todos los hombres en todas las regiones y en todos los tiempos. El tiempo del rechazo.

    La del rechazo a todos los que no son de mi tribu, de mi secta, de mi nación, de mi ideología, de mi raza, de mi religión. El tiempo del Antiguo Testamento que todos llevamos dentro, incluso los ateos.

    Tiempos del Dios tribal, el dios excluyente, el dios más fuerte y poderoso que el tuyo y por supuesto más verdadero. Un tiempo en que la religión o dios importaba más que el Hombre. El Tiempo de la Ley y de Dios como pretexto para todo, para lo más santo pero también para lo más execrable, como rechazar, esclavizar y matar al ser humano en nombre de (tú) dios.

    Tiempo de inmadurez en que unos seres, iguales a todos los demás seres humanos, pero seleccionados por el sanedrín, chamanes, maylis, la curia, se arrogaban el monopolio de interpretar a dios, creyéndose además con el derecho de pensar por todos los demás, de imponer su religión y su ideología a los Otros. De acallar las dudas y las preguntas y asesinar y quitar vidas.

    Por desgracia ese tiempo no ha terminado.

    Nada más hay que leer varios de los sitios sectarios, religiosos o de propaganda en la red – o en esta plataforma- para observar como cultivan en sus seguidores y fanáticos la conciencia de ser pueblo o nación elegida, de ser los poseedores de toda verdad, de todos los derechos, transitadores del camino Único y de la última palabra.
    De verdad se arrojan el derecho ‘divino’ de interpretar a Dios. Para muchos -entre los que te incluyo- el único dios verdadero es el suyo, la única religión verdadera la propia. Es en ese espíritu en el que si incuban todos los odios, todos los rechazos, todas las cruzadas y anti cruzadas, donde comienzan todas matanzas y se dicen y escriben todas las estupideces.

    Por ello tenemos una pequeña ventajita los ateos pues para nosotros todas vuestras religiones pasadas, presentes y futuras ni son falsas ni verdaderas, solo vacuas emanaciones de vuestras inseguridades, neurosis, y fantasías reflejadas en vuestra conciencia y psicología y de ahí a la sociedad. Eso, en el mejor de los casos, en el peor: instrumentos para conquistar y someter. Se ha preguntado si en vez de los Reyes Católicos y su abanderado C al Cuadrado, fueran los samuráis los que llegaran a América en 1492 cuál sería la religión mayoritaria digamos hoy en Cuba, imagino que el sintoísmo.

    Si, de verdad deseas venir a hablar(me) de Dios, primero tienes que llegar con las palabras de San Juan de la Cruz.

    Para venir a lo que nos gusta
    Has de venir por donde no gustas.

    O lo que sucede en la cabeza del monje tibetano cuando recita el Sutra del Corazón

    La forma es vacía y el vacío es forma,
    no existe otra forma que la vacuidad
    ni otra vacuidad que la forma.
    Del mismo modo las sensaciones
    las conceptualizaciones, las formas mentales,
    y las conciencias se hallan vacías.
    Todos los fenómenos son vacuos,
    sin características, increados e incesantes.

    O, por último, lo que aconsejaba el Maestro Eckhart.

    Si yo tuviera un Dios al que pudiera conocer, nunca lo tomaría como Dios.

    Gracias por cometar y feliz tarde-noche.

    1. (digo que usted no me conoce bien porque usted dice «Para muchos -entre los que te incluyo- el único dios verdadero es el suyo, la única religión verdadera la propia.» y yo no pienso así como usted dice que yo pienso, porque soy ecuménico, y ahora que releí su respuesta, estoy de acuerdo con la mayor parte de las cosas que dice, soy de una mente abierta al análisis honesto de otras ideologías, y no propago odios ni rencillas tribales, propago el diálogo fraterno: ecumenismo)

  5. Bueno, Huxley, de nada, también gracias por su respuesta a mí. Me alegro por ella, aunque no dejo de reconocer que me deja un mal sabor o una inquietud, pero ya está pasando, porque lo entiendo bien, lo trataré de releer para comprenderlo mejor. Por demás, respeto su decisión, y sin imponer presión alguna de mi parte hacia usted (como sucede con otros que usted menciona, a los que no condeno pues no conozco los motivos), espero a que usted algún día quiera dialogar en el espíritu ecuménico. Hacer presión -de todas formas- hace mucho que me di cuenta que no sirve -gracias a Dios que me di cuenta. Aprovecho para decir que pienso que usted no me conoce bien, pero en mí tiene un amigo sincero, cuando desee, (aunque no soy perfecto, como no es nadie, pero trato). Y no escribo más porque respeto su decisión.
    Gracias y feliz día, de corazón.

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