Tengo la suerte de llegar a la poesía desde la ciencia. De adolescente deploraba los sintagmas, los complementos circunstanciales. Las maestras siempre eran ancianas que tenían algo de Salem. Por suerte soy Booleano por genética. Creo en los unos y ceros, en Fibonacci, en los algoritmos, en la genética. Pero la vida tiene intrincados caminos, el “boolismo” (no sé si existe el ‘ismo’) y las mujeres me hicieron escribir poesía. Y, ahora, muchos años después comprendo, que no hay actividad humana más sublime que sentarse a solas a intentar construir un planeta o encontrar una fórmula contra el odio: tú a solas… con una hoja en blanco. Hacerlo me salva del tedio. De las legiones de estúpidos. De las batallas de los hombres.
Poesía, música y mujeres, hadas y algoritmos, rock’n’roll, libros, ojos verdes y 0,1,1, 2,3,5,8,13,21,34,55,89,144…Se necesita poco menos para ser feliz.
HEy, Hux! Genial!, continúa, páginas, tomos!!!
El tema es que yo soy un tipo bipolar de esos que gozan con el “impúdico placer de redescubrir la carne” no a las 12 40 am, sino a cualquier hora de la noche/dia, has probado el “carparccio de ternera con salsa de piñón” te lo recomiendo.
Como escribir de mis otros “amores”, leer
cubaenred.cubava.cu
gracias
Por el nombre mejor ni lo pruebo, ni antes ni después del impúdico placer de redescubrir la carne, y menos a las 12:40 de la madrugada!
Hux estás medio…. ¿cómo lo diría mi ex-jefa? contestatario…. con eso de Este blog apoya la libertad de expresión…. Ja!,
http://sangreypus.cubava.cu