Los Testigos de Jehová se definen a sí mismos como una confesión cristiana, milenarista, antitrinitarista y antiecuménica. Llevan a cabo una interpretación heterodoxa de la Biblia. Fueron fundados por Charles Taze Russell en 1881, en Estados Unidos. Su sede jurídica se encuentra en Brooklyn (Nueva York), en un recinto llamado la Watch Tower (Torre de Vigilancia). Los Testigos de Jehová son reconocidos por muchos estereotipos: sus predicadores dominicales visitando puerta a puerta, su negativa a recibir transfusiones de sangre –en su tiempo se negaban incluso a vacunarse contra enfermedades, por su risible y fracasada propensión a las profecía sobre parusía.
Una cuarta y más delicada característica les está devolviendo en los últimos tiempos a la actualidad, y es su enfrentamiento en España, Australia, los EE.UU., y otros países, a múltiples denuncias policiales y judiciales por no actuar, ocultar información o simplemente obstruir a la justicia frente a los casos de abusos sexuales dentro de sus congregaciones, y que involucren a víctimas y victimarios Testigos de Jehová.
Como toda secta propensa al control integral absoluto de sus miembros, los Testigos contemplan una compleja y burocrática organización paralela que muchas veces intenta suplantar con su heterodoxa interpretación de la Biblia a las instituciones y los códigos civiles, adminitrativos y penales del Estado de Derecho.
Las lecturas sobre el tema de los Testigos -y las sectas en general- no me satisfacen ya que casi siempre las partes involucradas suelen estar envueltas en risibles «debates doctrinarios» entre bandos de fundamentalistas, son por lo general almas encadenadas a un dogma, o un sistema de creencias, se manifiestan como pueblos o individuos elegidos por un poder sobre natural por donde pasa la verdad de los hombres, son simplemente sectarios o cuando menos sencillos ‘religiosos’ dentro del Negocio de Dios.
Por ello dos amigos -que conocen de mi interes por el tema- hicieron llegar dos sobrecogedoras lecturas sobre los Testigos.
Torre de vigilancia
La primera lectura, un psicólogo especializado en el tratamiento a individuos afectados por las prácticas de los cultos y las sectas, me hizo llegar una carta circular interna de los Testigos de Jehová, fechada el pasado primero de agosto de 2016 y redactada por el Cuerpo Gobernante, la cúpula dirigente de los Testigos de Jehová desde su sede en Nueva York, y enviada el pasado verano a las sedes centrales de todos los países, donde se intenta establecer los procedimientos ante el abuso físico, psicológico o sexual de los menores de su congregación.
La carta circular enfatiza en su apartado tercero que: “la congregación no esconderá a nadie de tan repugnante pecado”. Nada que objetar. Pero más adelante señalan “los documentos relacionados con una acusación de abuso sexual a menores (…) deben guardarse en un sobre que se conservará indefinidamente en el archivo confidencial de la congregación”.
Estos documentos internos muestran que la organización cuenta con una suerte de justicia paralela, regida por sus principio bíblicos y en la que, sin acudir a las autoridades, se juzga, fiscaliza y sentencia (o absuelve) a los miembros que hayan cometido algún “pecado”. Aunque el «pecado» del que se juzgue sea también un delito penal tipificado por el Estado de Derecho.
La mencionada carta dirigida a los Cuerpos de Ancianos con el asunto: “Protección de menores contra el abuso» funciona como una actualización con respecto a cartas anteriores y a lo escrito en “Pastoreen el Rebaño” el texto interno que funciona como el código de justicia penal de los Testigos de Jehová.
La mencionada carta se hizo llegar a los líderes a todas las congregaciones (denominados Cuerpos de Ancianos), quienes recibieron la orden de seguir las directrices descritas en la carta y posteriormente archivarla bajo absoluta confidencialidad. Así funcionan los Testigos: la cúpula dirigente redacta las directrices a seguir, idea las normas internas, y cada congregación debe cumplirlas escrupulosamente.
Queda claro que en un Estado de Derecho, frente a delitos la prevalencia la tiene lo establecido en los códigos penales aprobados por la mayoría dentro del consenso del Estado de Derecho. Los Testigos, ni otras sectas que operan bajo similares procedimientos, ni las Iglesias u otras congregaciones religiosas, o seculares, tienen prevalencia para juzgar sobre delitos, menos los relacionados con el abuso infantil o la violencia doméstica. Son las instituciones dentro del Estado de Derecho las que establecen sus códigos penales y procedimientos administrativos para salvaguardar la integridad física, psicológica y emocional de sus ciudadanos; y, principalmente la sus menores.
“En todos los casos, a la víctima le asiste el derecho absoluto de denunciar el abuso ante las autoridades”, afirma el documento. Pero, a partir de ahí, la circular no vuelve a referirse a la Ley, al Estado, nunca más, y basa todas las instrucciones y órdenes en protocolos de actuación y justicia internos.
“Cuando llegue a oídos del Cuerpo de Ancianos una acusación de abuso de menores, dos de ellos deben llamar inmediatamente al Departamento de Asuntos Legales para recibir asesoramiento legal (…) Tras recibir asesoría de la sucursal, el Cuerpo de Ancianos nombrará a dos de sus miembros para que realicen una investigación basada en la Biblia de toda acusación de abuso sexual de un menor. Estos deben seguir escrupulosamente los procedimientos establecidos en las Escrituras (…) Si el Cuerpo de Ancianos determina que hay prueba bíblica suficiente para la formación de un comité judicial, el coordinador lo comunicará”.
El documento también se refiere a la pena recibida por un pederasta, que será, como máximo, de expulsión permanente de la orden, aunque en la mayoría de estos casos la expulsión es temporal hasta que muestra arrepentimiento, según se puede leer en los mismos documentos. Es decir: un pederasta o un abusador violento, no solo no sería denunciado a las autoridades competentes sino que, con mostrar arrepentimiento, será absuelto y perdonado.
‘Pastoreen el rebaño de Dios’ es el título del libro -editado por la propia organización y solo accesible para los dirigentes de la orden- que sirve como jurisprudencia para los Testigos de Jehová. En él se explica el procedimiento para formar los comités judiciales, las apelaciones y las condenas que consisten en la exclusión del culpable. La propia jurisprudencia interna de la secta el libro ‘Pastoreen al rebaño de Dios’, recoge lo que se debe hacer en estos casos en la página 85, deja claro que este sistema judicial, al margen del Estado de Derecho, debe preservarse en secreto. Textualmente dice: “Si un periodista o un abogado que represente al acusado se comunica con los Ancianos, estos no deben proporcionar ninguna información sobre el caso ni confirmar la existencia de un comité judicial. Más bien, darán la siguiente explicación: ‘El bienestar físico y espiritual de los Testigos de Jehová es de primordial importancia para los Ancianos, que han sido nombrados para pastorear el rebaño. Esta labor pastoral se realiza de manera confidencial”.
Una página más adelante, el libro añade: “Si las autoridades exigen documentos reservados o piden a los Ancianos que declaren sobre asuntos confidenciales de la congregación, se debe llamar enseguida a la sucursal”.
La Ley del Menor.
La segunda lectura es la novela que me recomendó una amiga. “La Ley del Menor”.
Justicia y fe, los dos temas se conectan en La ley del menor, la última novela de Ian Mc Ewan, quien en pocos trazos plantea los dilemas que se le presentan a una jueza del Tribunal Superior involucrada en el caso de un joven Testigo de Jehová, enfermo de leucemia, que no quiere recibir una transfusión para salvar su vida: a lo largo de la trama la decisión tomada superará el plano legal para incluir una perspectiva inesperada -la de los sentimientos- , un recurso utilizado por el escritor británico en sus obras.
Algo que me recordó de inmediato su lectura es que tras los meta-relatos y superestructuras religiosas e ideológicos, políticas o culturales, están los individuos y su naturaleza humana. La novela trata de la relación entre justicia y fe pero desde los sentimientos y las personas. Es la relación entre Fiona Maye y Adam Henry.
Especializada en derecho de familia, Fiona Maye recibe un cimbronazo cuando su esposo Jack le pide permiso para tener una aventura efímera con una joven, una manera de recuperar la efervescencia amorosa perdida en este matrimonio de sesentones.
Frente a la negativa de la jueza, él se va de la casa y ella vuelve a su parsimonia habitual y a retomar su trabajo sin signos exteriores de lo que comienza a bullir en su interior.
Además del Testigo de Jehová, Adam Henry, que al momento del fallo todavía no ha cumplido 18 años, Fiona dicta justicia en otros casos como el de un matrimonio judío divorciado: el padre ortodoxo intenta inculcarles a sus hijas una educación inflexible y acorde a sus creencias mientras la madre se inclina por brindarles más posibilidades.
Y el caso de un matrimonio católico con dos gemelos recién nacidos que comparten órganos, que se niega a autorizar la muerte de uno de ellos -condenado de antemano a la muerte- para que el otro pueda vivir de manera autónoma.
«El bienestar del menor será la consideración primordial del juez dice la Sección I (a) de la Ley del Menor (1989)», esta premisa es la que tiene en cuenta Fiona al momento de tomar una decisión que la lleva a visitar al joven religioso en el hospital. La intransigencia de Adam por atender los argumentos de la jueza se ve mitigada cuando ésta comienza a hablarle de poesía y termina por cantar una bella canción que él interpreta en violín, una melodía sobre la insensatez del amor.
«No ha sido fácil resolver este asunto. He tenido muy presente la edad de Adam, el respeto que debemos a su fe y la dignidad del individuo que reclama su derecho a rechazar un tratamiento. A mi juicio, su vida es más preciosa que su dignidad», dice la jueza, quien entabla con el menor una relación espontánea que se bifurca del camino del derecho. Paradójicamente, la decisión de la jueza provoca el alivio de los padres y el paciente, siempre fieles a los preceptos de su fe.
Escrita en tercera persona, la novela utiliza los argumentos precisos y la documentación que acompaña siempre los libros de Mc Ewan, adonde detalla hasta en los mínimos detalles la idiosincrasia de los Testigos de Jehová. Luego de su proclamación de independencia, el marido de la jueza retorna al hogar sin haber concretado sus deseos y Fiona lo recluye en el cuarto de huéspedes. Este punto de inflexión en el matrimonio es acompañado por un giro en la conducta de Fiona relacionado con el vínculo que establece con el joven Testigo de Jehová antes del fallo.
Ella seguirá impartiendo justicia con la idoneidad que la caracteriza pero en su interior algo se ha resquebrajado y aunque trata de huir de Adam, éste la sigue hasta dar con ella. La vida real impone sus propias reglas, que no se ajustan a derecho, ni a las religiones, y Adam ya no puede ver a Fiona como una jueza aséptica, sino como alguien muy cercano. Un contrapunto parece dibujarse con los ímpetus primaverales de Jack el marido y el hecho de que el joven haya bajado a la jueza de su pedestal.
«Adam había ido a buscarla y ella no le había ofrecido nada en lugar de la religión, ninguna protección, aun cuando la ley era clara, su consideración prioritaria era el bienestar del menor».
Lo que aparece encorsetado a través de leyes o creencias se desploma en un suspiro e invierte el curso de los acontecimientos, con un desenlace absolutamente impensado. «Pensó que sus responsabilidades terminaban dentro de las paredes del tribunal. Pero ¿cómo podían terminar allí? Él fue a buscarla, quería lo mismo que quiere todo el mundo y que sólo podían darle los librepensadores no los seres sobrenaturales. Un sentido».
Es que, muchas veces es imposible no caer en un debate meramente «doctrinal». Aveces no somos capaces -cuando deberíamos- de analizar las cosas como son, aparte de la doctrina. Como es este caso ahora del fallo de la corte suprema Rusa en contra de los TJ.
Doctrinal o no, el asunto tiene mas que ver con las actuaciones que afectan a los seres humanos, y entonces, la doctrina debe quedar en el plano que le corresponde y no intentar suplir con !doctrinas! lo que es evidentemente un acto de humanidad.
La humanidad no tiene como un bien moral o etico el hecho de no matar por que se dice u ordena en la Biblia -u otro texto sagrado- es una cuestion de su propia naturaleza no asesinar a tu propia especie, un acto civilizatorio per se, no es un «bien» emanado de un ser sobrenatural (para el que lea la Biblia al dios del AT le importaba un bledo matar a otros que no fueran sus «eleguidos»). La historia humana, su moralidad, muestra que si es un delito matar a otro ser humano aunque no sea de tu credo, doctrina, o creencia, o del color de tu piel. Sin embargo hay asesinos entre nosotros que aunque «pecan y aborecen el orde de dios» deben ser juzgados no por seres sobrenaturales o «doctrinas divinas» si no por sus semejantes con las leyes emanadas por los hombres, en el principio de igualdad del Derecho y la Justicia, de lo contrario regresamos a un Estado Confesional, cuando la doctrina tiene pre-relevancia sobre la naturaleza humana y puedes lapidar a una mujer por que se descubra el rostro ante un desconocido.
No me gustaria vivir en un Estado Confesional, dirigidos por Imanes, Calvinos, Juan Pablo I, o el Cuerpo Gobernante desde NY.
@Hux: es que, no se quién cree que alguien que comete asesinato o algún crimen no debe ser juzgado por el Estado. A pesar de que potencialmente todos nosotros, en esencia, tenemos la capacidad para cometer un crimen (pecado) – entiéndase como la semilla de un árbol, que tiene la capacidad de producir frutos pero no ser el fruto como tal- la «doctrina» (o credo) misma te debe hacer competente a la justicia estatal.
Estamos de acuerdo, en algo. En poco pero algo es suficiente para comenzar.
Existe un tema de competencias entre delito y pecado que muchos de los «creyentes» no parecen comprender. O suelen confundir.
«Delito» o «crimen» y el «pecado» (al menos el «pecado» de ascendencia judeo-cristiana, pues cada cultura o tradición religiosa tiene sus propias subjetividades) tienen ámbitos de actuación bien definidos.
El delito es definido como una conducta, acción u omisión tipificada por Ley o contraria a Derecho, debe ser culpable y punible. El pecado desde un concepto religioso judeo-cristiano es un ‘delito moral’ alude a la trasgresión voluntaria de normas o preceptos religiosos, o el alejamiento del hombre de la voluntad de Dios, tiene un carácter eminentemente subjetivo.
Yo a los ojos de los jaredíes soy un «pecador» pero no soy un criminal por beber vino en el Sabbat. Pero si un jaredíes o yo asesinamos a otro ser humano estamos sujetos a ser juzgados por la Ley secular, somos culpables y por lo tanto punibles ante el Derecho. Aunque nuestras familias, hermanos y amigos nos continúen considerando con amor y comprensión y compasión.
Ya que hablamos de “matar” que para casi todas las religiones monoteístas es un “pecado” el Derecho establece que es un delito, con atenuantes como por ejemplo la legitima defensa. Queda pendiente el tema del suicidio, o la eutanasia que puede ser un pecado, pero un derecho en algunos paises de Europa, recuerdo a Suiza y Belgica, por ejemplo.
Lo que no si no puede hacer ni mi familia, ni mis hermanos, ni mi congregación, o Iglesia, o la propia Ley es considerarme por encima del Derecho y ocultar mi delito (o crimen) frente a la Ley para que no sea punible. De ello trata la sección primera del artículo. De la voluntad manifiesta y expresa de ocultar los delitos. Muchas instituciones, gremios, partidos, entre ellas las Iglesias mayoritarias (católicas, protestantes, etc) y más aún las sectas que se esconden tras una retórica de “pueblos elegidos» y guías de rebaños perdidos o que solo 144.000 humanos van al cielo, con el propósito de gobernar con Cristo. Nadie ni esos 144 000 humanos pueden obstruir la aplicación de la justicia mediante los códigos civiles o penales que las sociedades tienen consensuados mediante sus instrumentos democráticos.
De lo contrario daríamos como aceptable una Sharia, o un Estado Confesional, donde los pecados sean delitos y los delitos pecados emanados de una Ley Sobrenatural, ya sea Canónico, Islámico, de la Torre de Vigilancia, o de Hollywood: para que rijan tanto la conducta como la moral de todos los ciudadanos, sean creyentes o no.
La doctrina o el credo no te exoneran de un delito pues sus ámbitos de aplicación son excluyentes al menos en el Occidente Laico. Por ejemplo en el Islam, por mencionar un ejemplo, moral y conducta se entremezclan y es un “delito pecado” ser homosexual, la desobediencia de las mujeres hacia la autoridad del padre o el esposo, las relaciones con infieles pertenecientes al mundo no islámico y el no cumplimiento de las normas de vestimenta de las mujeres, a las que, en caso de incumplimiento, se considera inmorales y culpables en caso de violación.
Buenas tardes.
Qué bueno hallarlos aquí. A los dos juntos, el ateo y al religioso. Todos creyéndose mejores capacitados para decir que es lo que está bien o lo que está mal. Absolutamente juzgando por sus propios criterios a los demás. No importa, eso lo hacen muchos más que ustedes. Los mismos que como ustedes juzgan pensando que los demos somos ignorantes, cerebros lavados, estúpidos y ciegos; ah y controlados. Esa es la cuestión que hoy en realidad se debate aquí.
dcruz usted me referenció este post para que yo leyera; algo que quizás usted creyó que desconozco. Y que resultaría la vergüenza y la desfachatez del colmo para que un TJ se calle y no hable más de sus creencias válidas o no para los demás. Usted y los demás que piensen así se equivocan si no publico algún comentario en mi Blog, no es porque sea o no verdad y me avergüence; es por temor de mi mismo, de entrar en una provocación indeseada por mi y debido al debate que se genere y que solo puede venir de fuerzas invisibles contra las que no deseo caer en ese juego turbio de palabras e ideas.
El Diablo contendió contra el arcángel Miguel por el cuerpo de Moisés. Aquella era una buena razón para que el Arcángel le hubiera dado unos buenos y merecidos golpes a Satanás, pero decidió dejar el asunto en las manos de Dios y dijo: “Que Jehová te reprenda”. (Judas 9) Yo y cualquier cristiano verdadero puede ganar esta batalla con el silencio y la palabra de la Biblia ante determinados juicios. Pero sería por gusto hablar de Biblia ante una pared que no escucha, de la misma manera sería gastar recursos ‘perlas’ y cosas ‘santas’ con alguien que no las valora. Judas el escritor bíblico citado arriba, quien estaba hablando de aquellos que se dedican a injuriar a los verdaderos siervos de Dios añadió: «estos hombres están hablando injuriosamente de todas las cosas que realmente no conocen; pero en cuanto a todas las cosas que sí entienden naturalmente como los animales irracionales, en estas cosas siguen corrompiéndose.» (Judas 10)
A dcruz escribí:
«¿Cómo responder a esta insidia tuya dcruz? Porque esto no es un comentario. Jesús dijo “de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, de su buen tesoro envía cosas buenas; mientras que el hombre inicuo, de su tesoro inicuo envía cosas inicuas”. (Mateo 12:34) Si Jesús viviera en esta época hasta hubiese dicho “y escribes en el Blog dcruz”. ¿Cómo es tu “tesoro” oculto en tu “corazón”? ¿Es “inicuo” o es bueno?
No tienes que responder. El simple hecho de tu “comentario” – que no es comentario – lo dice todo.
¿Crees que lo que digan en contra de nosotros es verdad? Pues créelo y reprodúcelo como “tesoro” de tu “corazón”. Ese es tu problema. ¿Crees en una novelita? Pues dale hazlo. Te repito, ese es tu problema y tu tesoro. De todas formas, aunque sea mala, se le continua dando publicidad a Jehová y a su pueblo»
¿Cuál de ustedes puede decir que opiné, o emití (bien o mal) juicio de valor sobre alguna novela?
R./ Sinceramente, ninguno de los dos. Porque no lo hice. Y no haciéndolo no me comporté como ningún “inicuo”.
Sobre las cartas que usted @huxey hace alusión en este artículo y su llamada justicia paralela entre los TJ.
¿Qué hay de malo con ellos? Las cartas manifiestan el deseo que se tiene por parte de los TJ de mantener la congregación limpia de personas que la contaminan con sus prácticas pecaminosas que ciertamente son delitos (crímines) flagrantes contra las leyes de los estados y gobiernos actuales.
Al menos nosotros (los TJ) buscamos estar de parte de Dios en eso. No existe hoy otra religión llamada cristiana que mantengan en pie (como los TJ) los mandatos de Dios de juzgar los pecados y a los pecadores que se manifiestan dentro de nuestra congregación cristiana. La doble moral seria verlos, permitirlos y no juzgarlos.
Verdaderamente, el abuso sexual de menores no es un pecado cualquiera es un crimen grave. Pero el tomar la vía legal ante las autoridades (policia, juzgados) es un asunto de responsabilidad que pertenece únicamente a la víctima y sus familiares. Y a estos siempre la congregación protegerá y ayudará en todo lo posible.
Esto es ahora con el que de ustedes estime la Biblia como texto venido de Dios.
¿Dijo el apóstol Pablo que se juzgara este tipo de prácticas dentro de la congregación o no lo dijo? ¿Sí o no?
Leamos 1Corintios 5.
Se trata de un grave pecado inmoral de incesto. Un hijo anda en fornicación con la mujer de su padre. (v. 1)
Pablo está molesto por tal actitud execrable dentro de la iglesia de Corinto que había caído en una vil trampa del Diablo. Al punto que pregunta por qué no se ha «quitado» o expulsado de la congregación a tal hombre (vv.2-5)
Y aquí hay una realidad que muestra que por muy santa y pura que sea la congregación de Dios, que El compró con la sangre de su Hijo; no es imposible que algunos creyentes cometan errores, pecados y hasta crímenes tan execrables como son los incesto, la pedófila entre otros. Pero sí se puede juzgar y expulsar a eso creyentes de dentro de la iglesia. Pero ¿cómo hacer esto?
Por su puesto, cuando hay una acusación de pecado (sea el que sea) el asunto tiene que ser investigado. ¿Por quienes? Por los que llevan esa responsabilidad dentro de la congregación. (Recuerda que estamos hablando de la Biblia)Y eso conlleva que al culpable se le juzgue dentro de las razones y mandatos de la Biblia. En 1Corintios 5, Pablo explica cómo hacerlo. La Biblia dice: «En mi carta les escribí que cesaran de mezclarse en la compañía de fornicadores, no [queriendo decir] enteramente con los fornicadores de este mundo, o personas dominadas por la avidez y los que practican extorsión, o idólatras. De otro modo, ustedes realmente tendrían que salirse del mundo. Pero ahora les escribo que cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea fornicador, o persona dominada por la avidez, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, y ni siquiera coman con tal hombre. Pues, ¿qué tengo yo que ver con juzgar a los de afuera? ¿No juzgan ustedes a los de adentro, mientras Dios juzga a los de afuera? “Remuevan al [hombre] inicuo de entre ustedes.” (1 Corintios 5:9-13)
La «fornicación» que en griego es «porneía» es un pecado craso que abarca todo lo que está relacionado con relaciones sexuales ilícitas ante Dios. Esto incluye el adulterio, la relación sexual o manipulación de genitales entre un varón y una hembra no casados, las relaciones homosexuales, el bestialismo, incluye invariablemente el abuso sexual de menores. Y como puede leer, si es que cree en la Biblia como palabra de Dios, la «porneía» , cometida por algún miembro de la congragación cristiana, es un pecado que se debe juzgar dentro de la congregación. Independientemente que esta práctica incurra en algo tan repugnante como es la pedófila o el abuso sexual de menores.
Pablo vuelve a escribir y dice: «¿Se atreve cualquiera de ustedes que tenga un pleito contra el otro a ir al tribunal ante hombres injustos, y no ante los santos? ¿O no saben ustedes que los santos juzgarán al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por ustedes, ¿son ustedes incapaces de juzgar asuntos de ínfima importancia? ¿No saben que juzgaremos a ángeles? Entonces, ¿por qué no los asuntos de esta vida? Por eso, si en realidad tienen asuntos de esta vida que hayan de ser juzgados, ¿es a los hombres a quienes se menosprecia en la congregación a quienes ustedes ponen por jueces? Hablo para hacerles sentir vergüenza. ¿Es verdad que no hay entre ustedes ni un solo sabio que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que hermano va con hermano a los tribunales, y eso ante los incrédulos?» (1 Corintios 6:1-6)
Ciertamente la maldad del hombre ha avanzado de mal en peor y por eso estos pecados cada día son más comunes; aunque también hay quienes nos sentimos más que dolidos cuando esto pasa dentro del Pueblo de Dios. Sin lugar a dudas, la comunidad mundial de TJ, hemos sido víctimas de personas que aprovechándose de privilegios de servicio o no y de la candidez de nuestros hermanitos, han abusado de menores y desvalidos. Pero la asociación de TJ no es la responsable de que algunos llamándose hermanos cometan tales pecados y delitos crasos.
Los TJ no tienen una justicia paralela que sea inicua o perversa. De hecho, somos los únicos cristianos que ejercemos el derecho de la Biblia como es debido, aunque algunas veces se hayan cometido errores. Puede que esta manera de solucionar muchos caso de pecados graves en la congregación sea considerado como una justicia paralela a la de los gobiernos, pero es sin dudas una que Dios aprueba. Al menos nosotros juzgamos y tenemos registros de gente que siendo TJ cometió pecados como son la pedofilia o el abuso sexual de menores. Y de ser requerido por la justicia presentamos esas pruebas que comprometen al acusado de tal crimen. En cambio, el resto de las iglesias ni eso tienen, se atragantan su KK para que no se les pueda señalar.
Al menos hacemos circular cartas para los ancianos de las congregaciones que expresan nuestro repudio a pecados que son crímenes ante la ley y le comunicamos a las víctimas que tiene el derecho de recurrir a la policía y justicia de los gobiernos. E incluso, los hermanos que juzgan estos pecados dentro de la congregación según sean las leyes del país deben cooperar con las instituciones que atienden estos tipos de delitos. los TJ somos la única institución cristiana que realiza pesquisas para censurar, disciplinar y hasta expulsar a pecadores que no solo dañan su propia relación con Dios, sino que hacen daño a nuestros hermanos victimas de sus abominaciones. Nosotros, no ocultamos esa verdad lamentable.
A quienes se les prueba un pecado dentro de los TJ como es el abuso sexual de menores hoy, no solo se le considera un pecador sino que se le ve como uno que ha cometido grave delito en la sociedad. En los países donde la ley lo exige, los ancianos, en estos casos, han de buscar la ayuda de las autoridades legales competentes. Todas las victimas TJ que deseen presentar una denuncia legal tienen todo su derecho de hacerlo.
Aquí se nos juzga por tener un cuerpo de directrices con total apoyo bíblico para hacer que pecadores (que cometen hasta un pecado considerado delito flagrante contra la sociedad) sean juzgados y hasta expulsados de la congregación. Pero no se dice nada absolutamente de que muchas fuentes acreditadas han reconocido, que somos como institución cristiana, la que menos incidencia ha tenido dentro de sus hermanos tal delito.
Y para terminar que este comentario que se ha hecho demasiado extenso.
1. Aclarar que no fueron 40 años lo que abarcaron las acusaciones contra los TJ en el tribunal de Australia. Sino 60. Entre 1950 y 2015.
2. Un punto interesante, que está aliado a esto; es que tampoco bíblicamente hablando se puede evitar a alguien que después de ser expulsado se arrepiente y desea volver a la congregación, lo haga. Dios mediante la Biblia dice lo que debemos hacer. Si el pecador penitente quiere volver y da muestras de arrepentimiento desde ser aceptado. El mismo hombre que estaba cometiendo incesto con la mujer de su padre (1Corintios 5:1) después de ser expulsado y de estar fuera de la congregación por un tiempo se arrepintió y quiso volver. Si ahora la congregación se negaban a perdonarlo y readmitirlo, caerían en otra trampa del Diablo. ¿Cómo? Serían duros y despiadados, como Satanás. Si el hombre arrepentido era “tragado por hallarse demasiado triste” y abandonaba el cristianismo, los ancianos en particular cargarían con parte de la culpa ante Jehová, el Dios misericordioso (2 Corintios 2:7; Santiago 2:13; 3:1). Por supuesto, nadie queda exento de las consecuencias de sus malos actos.
Y esto no es nada nuevo a la luz de la ley de los estados. Aquellos que son juzgados por sus delitos después de pagar sus compensaciones, ya sea por retribución monetaria o encarcelamiento ,y a no ser que se le dé perpetua o muerte, se pueden reintegrar a la sociedad. Y hasta se condena por la misma ley el que se les trate con prejuicio y discriminación tanto en la vecindad de sus residencias como en el trabajo, etc. Por supuesto, nadie queda exento de las consecuencias de sus malos actos.
Sr. huxley, perdóneme lo extenso del comentario. NO quería dividirlo porque NO deseo hacer más que un (1) apunte en este post.
Gracias por su paciencia al soportarme. No tiene porque publicarme, yo no lo hice en su caso desde mi blog, con solo leer y compartir el comentario con @dcruz es suficiente.
Tengan paz.
Shalom…
Vamos a iniciar por el final…
Gracias por su paciencia al soportarme. No tiene porque publicarme, yo no lo hice en su caso desde mi blog, con solo leer y compartir el comentario con @dcruz es suficiente.
Yo sé que ustedes -y otros- suelen censurar los comentarios para los que no tienen respuesta o no encajan en sus paradigmas mentales. Yo, no, yo creo en la libertad de expresión y en la de pensamiento, que incluye la de credo…no censuro. Usted puede creer y escribir lo que considere, pero debe respetar mínimo el derecho de los otros para hacer lo mismo. De los que censuran ya hay demasiados en el mundo. Igual tengo en el móvil mi respuesta a su lamentable post en su sitio, cuando la encuentre la publico ambas acá.
Regresemos al inicio.
Qué bueno hallarlos aquí. A los dos juntos, el ateo y al religioso.
Eso es excelente, conversar y debatir, no estar de acuerdo, aunque no compartamos la fe, o credo, o ideología, o lo que sea…del interlocutor.
Puede venir de fuerzas invisibles contra las que no deseo caer en ese juego turbio de palabras e ideas.
Discrepo, no creo en las teorías de la conspiración, o ver las ideas divergentes y sus debates, a la libertad de expresión y de credo, como “un juego turbio” o “fuerzas invisibles”. Esa es una visión demasiado maniquea y simplista del mundo. . Eso a lo que usted “no desea caer” se llama libertad de expresión, de la que puede participar o no, igual es su derecho. Hacerlo -y de hecho lo hace pues siempre que visito sus sitios, esta envuelto en infinitos e inútiles debates doctrinarios. Al hacerlo al menos puedes mejorar las visiones o credos propios y respetar o rechazar los ajenos ¿o no?.
Yo no creo que Dios este a cargo de la historia personal o colectiva de los hombres. Con dios me refiero a cualquier nombre que quieran darle Jehová, Ala, Oshun, Ra…) Menos creo que el mundo este bajo las directrices de un Diablo. Creo en la buena o mala voluntad de los hombres. Y, en su organización, como en toda institución humana hay hombres “buenos” y “malos”. Simple. Sencillo. Y por lo que puedo leer de sus argumentos veo que usted, como dCruz, tiene un lio armado en su mente-cautiva. Cautiva al estar predispuesto a que un texto puede contener toda la verdad, la sabiduria y la belleza de la la naturaleza humana y del universo. Y, lo peor, que se lo quieren hacer creer a otros mediante cartas ‘confidenciales’ de credo y conducta. «Pecado» y «delito» están (de)limitados por principios que no tienen nada que ver uno con el otro. Me explico.
Los TJ no tienen una justicia paralela que sea inicua o perversa.
Si la tienen. Como todos los credos con pretensiones de universalidad. «Pastoreen al rebaño de Dios» es un código de justicia paralela, que interpretando la Biblia como un código de moral, de conducta y hasta administrativo que intenta suplantar la Ley, sus Instituciones y sus códigos, dentro de un Estado de Derecho. Igual sucede con la carta interna titulada: “Protección de menores contra el abuso”.. Puedes proteger a los menores, puedes desde posiciones tangiblemente religiosas o de hermandad ‘perdonar a los pecadores’ pero no puedes impedir que vayan y sean presentados, juzgados y sancionados por la Ley. Ese es el tema de la primera parte del artículo. Y, ello, no es ni persecución religiosa, ni de credo, ni de libertad de expresión, es un tema de igualdad ante el Estado de Derecho. Es por ello que los TJ como institución o culto, tal y como están inscritos en los Registros dispuestos al efecto en los 150 países donde operan, o como individuios o ciudadanos particulares, han sido juzgados por delitos de acuerdo a ese mismo Estado de Derecho, Estado de Derecho que por igual los ampara como ciudadanos. Y son juzgados en igualdad de condiciones por ‘delitos’ punibles. Sancionados por crimenes -y no a vagos principios bíblicos- graficados en los circulos de Dante. La gula puede ser un pecado pero no un delito. «Delito» es golpear a tu esposa aunque sea adultera. El sexo oral puede ser ‘pecado’ por que no tiene como finalidad el engendrar como ordena el Antiguo Testamento, pero no es un ‘delito’.
Los TJ, a los que nos referimos, en el post y este comentario, han sido condenados por actos punibles: obstrucción a la justicia. Delitos. No pecados. Obstruir, pedofilia, estafa continuada, ocultar, o manipular los procesos judiciales de miembros que han cometido crimenes punibles siendo miembros activos de la secta y protegidos por esta.
De hecho, somos los únicos cristianos que ejercemos el derecho de la Biblia como es debido, aunque algunas veces se hayan cometido errores.
No estoy de acuerdo. Ustedes no son ‘los únicos”, en eso, ni en nada más. Esa es otra visión maniquea y bipolar de la realidad. Los “puritanos”, la teocracia calvinista, los Amish, pueden igual que usted escribir “somos los únicos cristianos que ejercemos el derecho de la Biblia”. Ahi esta el Derecho Canónico para desmentirlo en unos cientos de siglos… Los musulmanes mucho antes se inventaron la “Sharia” -creen que su derecho Islámico es el debido y por supuesto el verdadero y muy superior al suyo o los hebreos igual tiene docenas de grupos que se creen los ‘elegidos’ para interpretar y vivir bajo los mandatos del Dios de los Ejercitos y las Doce Tribus. Yo -por suerte- no soy de esas tribus. La mia es la del ciudadano del siglo XXI. Y la relevancia que tiene con respecto al pasado es que vuestra interpretacion parcial y adulterda de vosostros no me puede alzanzar, no me pueden obligar, ni tan siquiera sugerir, en ‘creer’ en vuesto falso dios. No me pueden obligar a cometer actos que van contra mi moral, o proteger a otros para que lo hagan, no me pueden obligar a creer en lo que no creo, como en Dios ni en la superioridad de un dios sobre otro dios, o de un hombre sobre otro.
Soy de la tribu de la igualdad y la libertad. Y, por supuesto, de la fraternidad de todos los seres humanos, sin barreras raciales, ideologicas o de cualquier tipo.
Pero ello no tiene relevancia para lo que intentamos escribir o debatir aquí. ¿O si la tiene?. Quiza…
Esa creencia en la ‘unicidad con la divinidad” es un pensamiento que en el Estado de Derecho es improcedente, todos son iguales ante la Ley. No importa que usted tenga una visión medieval del hombre y su sociedad mundo. Por ello los Tribunales enjuician a los TJ no para perseguirlos o denigrarlos, lo hacen por aplicar sus “cartas secretas” o “Pastoreen al rebano de Dios”, donde queda claro que incitan a no cooperar con la justicia. Lo mismo se ha hecho con los Catolicos Apostolicos Romanos, con los ateos, o los budistas, o los santeros, a seguidores del Palo Monte. Nadie esta ungido para ser mejor que otro, o no responder por sus delitos.
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Un ejemplo:
Un jurado de California ha obligado a los Testigos de Jehová a indemnizar a Candace Conti, una mujer miembro de este grupo religioso que padeció abusos cuando tenía nueve años por parte de un compañero, Jonathan Kendrick, con una compensación de 28 millones de dólares (unos 22 millones de euros). “Esta es la mayor cuantía económica obtenida por una sola víctima de abusos sexuales religiosos en todo Estados Unidos”, según ha explicado su abogado Rick Simons, a la agencia Associated Press. El jurado del condado de Alameda ha otorgado así un total de siete millones de dólares por daños y otros 21 millones por daños punitivos, según ha informado el abogado a la misma agencia. Kendrick deberá pagar el 60% de la condena, aunque Conti no espera recibir ningún dinero por su parte. “Ni lo vamos a intentar, en parte porque creemos que no es capaz de pagarlo”, ha declarado Simons. El resto, el 40%, debe ser pagado por la Watchtower Bible and Tract Society (Sociedad de los Testigos de Jehová), en Nueva York.
Durante el juicio, Conti, de 26 años -que ha decidido dar la cara para animar a las víctimas a que denuncien este tipo de sucesos, según asegura su abogado-, declaró que durante los años 1995 y 1996, cuando tenía entre nueve y 10 años y era miembro de la congregación de los Testigos de Jehová de North Fremont en California, fue acosada de manera recurrente por un compañero, Kendrick. “Nada me puede devolver mi infancia”, ha sostenido Conti en el diario The Oakland Tribune. “Aunque si esta decisión provoca un cambio en la política de la congregación, pues habrá sucedido algo bueno”. Según la víctima, a finales de los años ochenta, los maestros instruían a los miembros mayores a mantener en secreto este tipo de acusaciones. Política que se mantuvo dentro de la congregación incluso tras la acusación vertida sobre Jonathan Kendrick en 1994.
Kendrick, que actualmente tiene 58 años y vive en Oakland -según el registro de delincuentes sexuales del Estado de California-, nunca fue condenado por abusar de Conti, pero sí por comportamiento lascivo con otro menor en 2004, según ha narrado el abogado de la víctima. Esta organización, según uno de sus abogados, va a apelar la decisión de este jurado de California. «Kendrick no era ni un líder ni un pastor. Solo era un miembro con rango. Este es un caso trágico en el que las acciones de un solo miembro han salpicado a la reputación de toda una fe», dijo a la misma agencia.
Verdaderamente, el abuso sexual de menores no es un pecado cualquiera es un crimen grave. Pero el tomar la vía legal ante las autoridades (policia, juzgados) es un asunto de responsabilidad que pertenece únicamente a la víctima y sus familiares. Y a estos siempre la congregación protegerá y ayudará en todo lo posible.
De acuerdo. No hay nada de ‘malo’. Ni de ‘bueno’. Lo que han fallado los tribunales es cuando eso no ocurre, cuando desde la Congregación se ha obstruido a la justicia y no en referentes a un pecado, sino a un delito punible, castigable y de acuerdo a Derecho, que nada tiene que ver con Pablo o con Cantinflas.
Al menos hacemos circular cartas para los ancianos de las congregaciones que expresan nuestro repudio a pecados que son crímenes ante la ley y le comunicamos a las víctimas que tiene el derecho de recurrir a la policía y justicia de los gobiernos.
Si, entonces por qué en el libro “Pastoreen al rebano de Dios” leo…
“Si un periodista o un abogado que represente al acusado se comunica con los Ancianos, estos no deben proporcionar ninguna información sobre el caso ni confirmar la existencia de un comité judicial. Más bien, darán la siguiente explicación: ‘El bienestar físico y espiritual de los Testigos de Jehová es de primordial importancia para los Ancianos, que han sido nombrados para pastorear el rebaño. Esta labor pastoral se realiza de manera confidencial”.
¿Quién no me está contando la verdad? «No deben propiciar ninguna información». Es cierto eso que acabo de leer de «Pastoreen…»
Por ejemplo, yo como ciudadano, periodista, jurista, abogado defensor de una víctima, le puedo preguntar cuántos casos de pedofilia han sido ‘juzgados’ en su congregación en los últimos 60 años y cuantas denunciados a las autoridades cubanas competentes han realizado los TJ cubanos. O tiene que ‘obedecer’ lo que dice textualmente el libro de referencia: «No deben propiciar ninguna información». La doble moral que citas no existe, eso lo inventaron los que no tienen moral, pues si tienes doble moral, no tienes ninguna. Igual, poteger a un criminal, es lo mismo que proteger a mil. No te hace menos «culpable’ ante la Ley de los Hombres.
Puedes leer de otros casos similares en:
http://huxley.cubava.cu/2016/02/08/spotlight/
Los delitos punibles los tiene que juzgar los tribunales competentes y no códigos «paralelos» de justicia. Asi se han pronunciado. los tribunales en el caso de la Iglesia Catolica, Protestante, en contra de los sindicatos de maestros, etc; que han intentado proteger de la ley a sus miembros. Eso dictaminó por ejemplo el Tribunal de California, en el ejemplo que le copie arriba. O ahora el tribunal australiano.
¿Quién no me está contando la verdad?
Ah, y si vale la aclaración son 60 años de abusos y encubrimiento, lo que demuestra que no es un caso aislado, sino toda una trama bien ungida por seres malos y que obedecen a las normas que no pueden comprender como supuestos ‘elegidos’ pueden violar a una menor.
Ejemplo:
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Los Testigos de Jehová de la iglesia australiana habrían escondido más de 1.000 casos de abuso sexual infantil en los últimos 60 años, según una investigación del Gobierno.
Desde que en 2013, se creo la Royal Commision de Australia con el objetivo de dar respuesta institucional a los casos de abusos sexuales infantiles que se produjeran dentro de la iglesia católica australiana, esta institución ha desempeñado un amplio mandato en el que ha investigado a organizaciones religiosas y seculares. Angus Stewart, consejero superior asistente en la Comisión, describió el pasado lunes, cuando se inició la audiencia a los Testigos de Jehová, la iglesia como una secta insular con reglas diseñadas para detener los informes sobre abusos sexuales.
«La evidencia de que hubo 1.006 presuntos autores de abusos sexuales a menores identificados como Testigos de Jehová desde 1950 y que ninguno fue reportado por Iglesia a las autoridades seculares será puesta ante la Comisión Real», dijo Angus Stewart. Los Testigos de Jehová, cuya sede principal se encuentra en EEUU, están integrados por alrededor ocho millones de personas en el mundo y son conocidos por sus ministerios de relaciones exteriores, así como sus campañas puerta a puerta. En Australia, hay alrededor de 68.000 miembros, dijo Stewart.
Se espera el testimonio de dos miembros de la iglesia, identificados como BCB y BCG, que contienen acusaciones contra los miembros más ancianos de la iglesia que desalentaban a denunciar sobre los abusos. Stewart describió varios fracasos institucionales para proteger a los niños o censurar a los presuntos abusadores, incluyendo la doctrina liberadora de los ancianos de la iglesia que encubre su responsabilidad de reportar el abuso, pese a que no existía obligación legal para hacerlo. Aunque la iglesia expulsó 401 miembros después de las audiencias, permitió que 230 de ellos volvieran y 35 regresaron en varias ocasiones. La iglesia también levantó barreras a su proceso interno, imponiendo que dos o más personas testifiquen antes de proceder a un «comité judicial». Lo que ha bloqueado 125 acusaciones, dijo Stewart.
Finalle…En esta historia suya que me narra aqui, y en los documentos internos que estoy leyendo y posteando, hay alguien que no me está diciendo toda la verdad.
Según los dictámenes de los tribunales californianos y australianos, las congregaciones estan haciendo exactamente lo que dice la carta circular del 2016 y «Pastoreen…». Y lo han hecho segun sus propias aclaraciones por 60 años... La magnitud y el tiempo implican intencionalidad, complicidad por omision etc… Después de leer los documentos ‘confidenciales’ de la Torre parece que la mayoria de las congregaciones se lo toman al pie de la letra y obstruyen la justicia y la igualdad frente a la ley. Pocas hacen lo que usted me describe, al mneos no en Australia.
Un punto interesante, que está aliado a esto; es que tampoco bíblicamente hablando se puede evitar a alguien que después de ser expulsado se arrepiente y desea volver a la congregación, lo haga.
Nada que objetar. Incluso lo pueden visitar en la cárcel. Pero,ese no es el tema del post, puedes perdonar a un pecador, pero no puedes impedir que un delito sea al menos juzgado.
End…Queda el segundo asunto de la novela “La Ley del Menor”, pero de ella como le escribía en otro tiempo y lugar -que igual posteare como comentario, ya que usted me dice que no desea publicarlo en su blog, a usted le resulta difícil dar un juicio de valor y/u opinar pues no la ha leído.
Salaam alaykum
Bueno ya que no tuvo a bien publicar en su blog pero igualmente incluyó en su coemtario aquí la ‘pregunta’ y ‘ respuesta’ a dCruz en su blog, aquí están ambas. Aunque lo reconozco es algo repetitiva y hasta cansina…digo mi respuesta… Pero en mis blogs no suelo censurar, incluso ni moderar. Ese es el trabajo de otros.
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¿Cómo responder a esta insidia tuya dcruz? Porque esto no es un comentario. Jesús dijo “de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, de su buen tesoro envía cosas buenas; mientras que el hombre inicuo, de su tesoro inicuo envía cosas inicuas”. (Mateo 12:34) Si Jesús viviera en esta época hasta hubiese dicho “y escribes en el Blog dcruz”. ¿Cómo es tu “tesoro” oculto en tu “corazón”? ¿Es “inicuo” o es bueno?
No tienes que responder. El simple hecho de tu “comentario” – que no es comentario – lo dice todo.
¿Crees que lo que digan en contra de nosotros es verdad? Pues créelo y reprodúcelo como “tesoro” de tu “corazón”. Ese es tu problema. ¿Crees en una novelita? Pues dale hazlo. Te repito, ese es tu problema y tu tesoro. De todas formas, aunque sea mala, se le continua dando publicidad a Jehová y a su pueblo.
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Hola, buenas tardes
Primero, no puedes opinar, ni emitir juicio de valor de una novela, o de un libro, o de un autor que no has leído. Es tan «inicuo» como emitir juicios de valor sobre otros seres humanos o la personalidad de otros por el simple hecho de que no piensen como uno. Las mejores personas que conozco son las que no piensan como yo.
Pero, y… sobre las carta circular dirigida a los Cuerpos de Ancianos con el asunto: “Protección de menores contra el abuso” o sobre la justicia paralela escrita en “Pastoreen el Rebaño”, que a propiciado que en la actualidad el Estado Australiano los enfrente a los tribunales de los hombres por ocultar más de 1000 casos de abuso a menores durante 40 años. Eso no tiene nada que ver con Mateo 12:34 o SuperMan 45:25.
«Inicuo», imagino. Por qué no…No es necesario que Jesús viva en esta época o en ninguna otra, para hacer justicia. Es «inicua», o es «mala» o es «buena» las cartas circulares que ocultan la verdad cuando pastorean a sus ovejas…La justicia (y la verdad) no son confidencial…ni ocultas. Eso lo deberían aprender para poder ir por el mundo todos los “ismos”.
Ah… y la novela «La Ley del Menor» es una excelente novela, se la recomiendo. Aunque no se si tienen permiso de leer otros libros que no sean la Biblia o las publicaciones que viene de la Torre de Vigilancia….Y no es propaganda religiosa o sobre «pueblos «elegidos» o toda esa tonta parafernalia, es un libro sobre razón y fe, pero sobre todo sobre el amor y los sentimientos entre humanos. Se la recomiendo.
Saludos,
@Hux, abrumador lo que escribes desconocía todos estos detalles. A quien piensan que pueden engañar todos estos fariseos, falsos profetas, y mentirosos. Y la información que posteas. No conocía del tema.
No creo que la realidad abrume. Intentar acomodar la realidad a nuestras fantasias si es abrumador pues al final produce dolor humano. Gracias al tema, al post, y al debate, he leido y visto abrumadores testimonios de decenas de personas heridas, maltratadas y silenciadas por estos temas. No es por gusto que los tribunales, los jurados han sido bien severos con estos hechos y no solo con los TJ, igual otras «creencias» que tienen una epistemiologia salvadora o redentora pero que al final solo estan integradas por seres humanos normales, con sus luces y sombras.
Pero, cuando llevas 60 años permitiendo estos abusos en los que te rodean, si dejar que las autoridades competetnes actuen. El silencio nunca resuleve nada.
Esto lo postee en otro sitio, pero me parece oportuno copiarlo aquí, pues veo que las dobleces morales y las mentiras abiertas de los TJ es universal, y no solo en el caso Español.
«En todos los casos, a las víctimas y a sus padres les asiste el derecho absoluto de denunciar el abuso ante las autoridades».
En un despliegue de magnanimidad sin precedentes los teócratas, desde hace unos pocos años… permiten a la víctima o sus padres denunciar al agresor sexual. ¿Por qué hay que precisar una cosa tan elemental como el derecho de la víctima a denunciar a su agresor? ¿Por qué hay que indicar esto a los ancianos de congregación? Esta carta no la pueden leer los testigos de Jehová de a pie, solo los pastores religiosos locales. Hasta hace unos pocos años, ¿desanimaban los ancianos a la víctima y a sus padres para que no denunciasen a un hermano espiritual ante la autoridad secular, y por eso ahora hacen este requiebro teocrático para que los ancianos ya no desanimen a la víctima o familiares? ¡O será que teme ahora el accionar de los tribunales, desde Australia, a Europa, a los propios EE.UU..
A continuación, en la misiva, a los ancianos los remiten al manual secreto para precisar tal oración gramatical. Porque una cosa, es cuando se habla de cara al público, y otra distinta a nivel interno.
No pidan a la presunta víctima ni al acusado ni a nadie más que llamen al Departamento de Asuntos Legales de parte de ustedes. De manera que dicho departamento teocrático de asuntos jurídicos no quiere ni llamadas teléfonicas –ni mucho menos cartas– de parte de la víctima… ¿y del abogado de la víctima? ¿Y si fuera la policía judicial? Todo queda en casa.
El Departamento de Asuntos Legales les brindará asesoramiento legal basándose en los hechos y las leyes pertinentes. ¿En qué hechos se puede basar el Departamento de Asuntos Legales? ¿Tiene este departamento personal cualificado y medios técnicos para investigar y determinar los hechos ocurridos? ¿Puede obtener una orden judicial, entrar en el domicilio del presunto depredador en busca de pruebas? Un servidor no tiene necesidad de conocer ley alguna ni tampoco de basarse en supuestos hechos, sino denunciar el presunto caso que llega a mis oídos en el juzgado de guardia más próximo a mi domicilio. La justicia secular tiene los medios, como lo es la policía judicial, para localizar las pruebas y presentarlas ante un juez. El juez determinará qué leyes del Código Penal aplicar. Falsantes.
Gracias por su cometario. Queda poco más que escribir. Solo mencionar que antes los hechos los TJ, como el resto de las sectas, o los fundamentalismos, o los «ismos», o censuran o hacen silencio. Lo peor de todo lo que he visto, leído y conocido del tema de las sectas, es que evidentemente las personas salen lastimadas en los físico, pero sobre todo en lo psicológico, lo emocional, y en las relaciones, familiares, sociales, interpersonales…Gracias…
Solo deseo hacer referencia a este párrafo, pues lo demás me parece un desastre, como toda manera de ocultar la realidad…
Un punto interesante, que está aliado a esto; es que tampoco bíblicamente hablando se puede evitar a alguien que después de ser expulsado se arrepiente y desea volver a la congregación, lo haga. Dios mediante la Biblia dice lo que debemos hacer. Si el pecador penitente quiere volver y da muestras de arrepentimiento desde ser aceptado. El mismo hombre que estaba cometiendo incesto con la mujer de su padre (1Corintios 5:1) después de ser expulsado y de estar fuera de la congregación por un tiempo se arrepintió y quiso volver. Si ahora la congregación se negaban a perdonarlo y readmitirlo, caerían en otra trampa del Diablo. ¿Cómo? Serían duros y despiadados, como Satanás. Si el hombre arrepentido era “tragado por hallarse demasiado triste” y abandonaba el cristianismo, los ancianos en particular cargarían con parte de la culpa ante Jehová, el Dios misericordioso (2 Corintios 2:7; Santiago 2:13; 3:1). Por supuesto, nadie queda exento de las consecuencias de sus malos actos.
Bien que se le de la oportunidad de arrepentirse, y todo eso. Pero, para que observen hasta donde llega la obtusa mente de estos ‘ancianos’, y por que no se menciona del apoyo, el consuelo, y el amor a las victimas. Vaya. Que asco…
Tengo amigos jóvenes Testigos de Jahová son buenas personas, pero en lo personal he investiga sobre la secta, y no me parece que se ajusten fielmente a la palabra de Dios en la edición de su Biblia no están los versículos que prueban la deidad de Cristo y muchas transformaciones mas.
Saludos Cordiales.
En esencia todos somos buenas personas. Incluso, para el peor de los criminales, una madre -ahora que estamos a días de su fiesta- es una buena persona. Ves, ese es un mensaje creo de los evangelios o del Kamasutra Gita.