Emoción es una palabra femenina. Emotividad también lo es. Parece evidente que la sensibilidad es femenina y la agresividad, masculina. Esto ha conducido a justificar, en el curso de los siglos, que los hombres detenten el poder. Todavía hoy la mayoría de los malentendidos se funda sobre esta supuesta diferencia.
Alain Braconnier destaca que las emociones constituyen el cimiento de la comunicación humana. Ahora bien, cada sexo posee su propia cultura afectiva. Hombres y mujeres no hablan la misma lengua, su comunicación parece un intercambio entre culturas diferentes. La tesis central de este libro es que las mujeres no son más emotivas que los hombres, sino que saben comunicar mejor sus emociones. La diferencia afectiva entre los sexos sería esencialmente una diferencia de expresión. Las emociones positivas (alegría, risa) suelen manifestarse del mismo modo y suscitan idénticas reacciones. No ocurre lo mismo con las negativas: cólera, pena, culpabilidad, angustia. Las mujeres dejan que se manifieste la angustia dos veces más que los hombres; tres veces más hombres que mujeres se muestran encolerizados. Pero casi los dos quintos de los tartamudos son hombres. ¿A qué se debe todo esto? ¿Y a qué el que las mujeres caigan con mayor facilidad en la neurosis y los hombres en la paranoia? Un libro aparentemente sencillo que sin embargo apunta a plantear en orden asuntos de la más decisiva importancia para toda convivencia posible; y a mostrar caminos de solución. Y que por otra parte desmonta ideas de larga data, recibidas, y falsas; que, en fin, propone caminos para una «conversación» positiva entre hombres y mujeres.
Alain Braconnier es un psiquiatra y psicoanalista francés nacido en Perreux-sur-Marne el 21 de octubre de 1942 , especialista en niños y adolescentes. Enseña en la Sorbona: es director, además, del Centro Terapéutico del distrito XIII de París. Ha publicado numerosos libros, entre ellos Les adieux á l’entance (1990) y Tout est dans la téte (1992). Braconnier es consultor en el Hospital Universitario de La Pitié-Salpêtrière después de haber sido director de la Asociación de Salud Mental del XIII arrondissement de París y Jefe del Centro de Consejería de Adolescencia del Centro Philippe Paumelle. Publica numerosos artículos relacionados con sus actividades y los agrupa en la revista
La tercera parte de los suicidios en Cuba son mujeres. O sea , dos de cada tres suicidas , som hombres. Quisera saber si esta proporcion se mantiene en el resto del mundo , cosa muy probable , pues la mujer es la garantia de la especie humana, a traves de todo el proceso evolutivo
Para completar muy comentario.Hice una busqueda muy rapida. En Espana y Mexico , al menos , por cada mujer que se suicida , existen tres hombres que se privan de la vida. Sin embargo , las mujeres lo intentan mas veces.