
«2001» es una de las películas de ciencia ficción más conocidas y reconocidas de la historia; en ella se planteaban varios hilos argumentales cargados de filosofía, religión y temática new age entorno al origen y la evolución de la especie y del mundo y que hacían tambalear los cimientos de la fé, la ciencia y del cine tal y como los conocíamos hasta ese momento.
Miles de fans de esta obra maestra han elaborado teorías e interpretaciones diversas sobre el final de la película y su significado global, pero sólo Kubrick sabe que quería contarnos y resolvió la duda en una entrevista que concedió en 1980.
Cuando el presentador de televisión japonés Jun´ichi Yaoi le preguntó, en una entrevista telefónica, a Stanley por ese final inolvidable en el que veíamos una habitación de hotel con un anciano en una cama y un embrión frente al mundo con esa épica banda sonora de fondo, ésto es lo que el genio contestó:
«El protagonista es abducido por varias entidades, seres de energía, misticismo y divinidad que no conocen forma alguna. Lo estudian y él se despoja de cualquier posible apreciación del paso del tiempo. Cuando terminan con él, emerge como super ser trascendiendo de lo humano a lo divino volviendo a la tierra como tal. Lo que acontece a continuación debemos adivinarlo».
Esta respuesta abre nuestras mentes a nuevas interpretaciones; quizás el origen del mundo fue producto de inteligencias alienígenas, quizas estas inteligencias artificiales crearon al Dios que creó el mundo, no sabemos, quizás el propio Kubrick es ese Dios que vino a la tierra para hacernos esas masturbaciones mentales e invitarnos a amar el cine en todas sus divinas formas.