Una historia en dos actos: un poema en forma de pregunta y una pregunta en forma de respuesta.
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Uno
Como ayer
mi respuesta va más allá de la cuestión,
como ayer
se trata de no tener una respuesta inmediata
y de cómo quedas ante ello,
si persistes o abandonas.
¿Cuánto dura la firmeza de un estuche?
¿Cuánto demoras en ver la belleza de un rostro?
¿Cuánto tardas en medir tu esfuerzo con el de enfrente?
¿Cuánto tienes que gritar para escuchar a los mudos?
Cuando en un milisegundo puedas contener
los próximos diez años y los cien anteriores
ciertamente reirás ante la idea de un milagro.
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Dos.
En un Áshram en la ciudad de las luces, un gurú, en perfecto inglés de Oxford, me ¿aclaró? las diferencias entre la fe y la imaginación. Mucho Mejor que “El libro de la Flor de Loto”, la “Torá” o “El Corán” juntos…me dijo (recuerdo cada una de las silabas): ¿si de verdad quieres saber qué es fe y qué es imaginación?, te doy dos caminos…
Ves… cuenta cuántos dioses tienen los hindúes (trata de memorizar la mitad de ellos en una tarde); o…
Averigua si el genio de Srinivasa Aiyangar Ramanujan, creía que su dominio matemático le venía de su mente, o de su diosa familiar.
Tres
Perfecto…por ambos, poeta y gurú, yo, aún ensayo una respuesta en un milisegundo que contenga los próximos cien años.