1
Poema para desprenderse
Antes de colocar el punto final al poema-río en que te estaba sumergiendo,
antes de que tomara la postura correcta de quien entona el amor,
ya tenía entre las manos los vuelos de tus aves musicales,
ya tenía entre las manos tu nombre esparciendo significados en todo mi cuerpo
Corrí por el camino de la ausencia para encontrarme a mí misma:
despoblada de sentidos, de indicios, transparente como siempre era
pero mi corazón irradiaba una fuerza diurna
Yo quise huir, quise negar, quise contrariar a mi pobre humanidad
que por primera vez sentía despegarse de la Tierra, que por primera vez
tocaba paraísos prometidos donde tu cuerpo era prolongación del mío
El remolino del fuego bendecía con silbidos y yo nunca respondí si te amaba.
2
Este continúo desnudarme
Estoy desnuda dentro de este cuarto de espejos
deseando la resonancia más bella de mi misma
pero afuera la ciudad
no deja recobrar el silencio
que en la mañana traza el colibrí o la torcaza
el aleteo tornasolado y el canto
son los labios de esa oscuridad sonora
que se asemeja al mar apacible
por qué no entienden allá
que el estruendo mutila el rito de las flores
cuando se abren líricamente
bajo la directriz del viento
¿qué horas son? el tiempo para desprenderse
me destierro, abro otro camino
pienso en un túnel del porvenir
debo seguir en este continuo desnudarme
donde afloran los pinos y los robles de mis senos
donde el mangle cobra sentido
en la zona costera de mis piernas
donde se conjugan los arrayanes, los luceros
donde el mar bebe de mí
donde me hace el amor este absoluto silencio.