
Durante mucho tiempo fue un tema tabú, ahora un documental sobre el abuso de menores por parte de clérigos en Polonia ha vuelto a encender la discusión. La Iglesia Católica se pone a la defensiva.
El documental «Pero no se lo digas a nadie», presentado en las calles de Gdansk. En solo tres días, 11 millones de personas en varios países han visto el documental «Pero no se lo digas a nadie», estrenado en Youtube. La investigación fue financiada por pequeños aportes de muchas personas, en vista de que ninguna institución gubernamental quiso apoyar el trabajo de los hermanos Sekielski, productores y directores.
Antes nadie quería hablar de este tema que hoy lidera las tendencias en redes en Polonia. Cara a cara con su agresión sexual Los productores no solo mostraron el abuso sexual por parte de clérigos católicos sino que sentaron a victimas y victimarios frente a frente. «Yo tenía siete u ocho años, cuando usted me tocaba las partes íntimas, y se masturbaba utilizando mi mano», dice Anna, de 39 años, mirando a los ojos del cura que la violentó. Él, sentado frente a ella tapándose la cara con las manos, pregunta: «¿Qué debo hacer ahora?»
Y agrega que se arrepiente y, a menudo, ora por las personas que maltrató. Los gruesos muros de la Iglesia En un país en el que 90% dice profesar el catolicismo y la palabra del sacerdote todavía tiene peso, la divulgación del abuso sexual genera un terremoto social. La película desvela también la resistencia que sufren las víctimas dentro de la Iglesia: puertas cerradas, protección de los perpetradores, desconfianza general frente a sus tragedias: la película muestra historias reales de abuso, a veces espeluznantes. «La pedofilia en la Iglesia siempre ha sido un problema sistémico», dijo el sacerdote jesuita Jacek Prusak en una conversación con el canal privado TVN24. «El problema no son solo los curas, sino la institución en la que se cometen estos delitos, que los facilita y hasta los justifica».
La cabeza de la Iglesia polaca negó primero los abusos denunciados en el documental, luego se disculpó vacilante, para luego ignorarlos nuevamente. El arzobispo de Gdańsk, Leszek Glodz, del ala ultraconservadora, dijo que él no vería películas «sin valor». Los políticos del partido liberal de izquierda «Primavera» mostraron entonces la película frente a la casa de Glodz. Tras las palabras, ¿vendrán los hechos? Incluso Grzegorz Schetyna, el jefe del mayor partido de la oposición, «Plataforma Cívica», que busca una buena relación con la Iglesia, dijo que «la lucha contra la pedofilia no es una lucha contra la Iglesia, sino por la defensa de los niños. Y no nos detendremos ante nadie».
El documental «Pero no se lo digas a nadie», presentado en las calles de Gdansk. En solo tres días, 11 millones de personas en varios países han visto el documental «Pero no se lo digas a nadie», estrenado en Youtube. La investigación fue financiada por pequeños aportes de muchas personas, en vista de que ninguna institución gubernamental quiso apoyar el trabajo de los hermanos Sekielski, productores y directores. Antes nadie quería hablar de este tema que hoy lidera las tendencias en redes en Polonia. Cara a cara con su agresión sexual
Los productores no solo mostraron el abuso sexual por parte de clérigos católicos sino que sentaron a victimas y victimarios frente a frente. «Yo tenía siete u ocho años, cuando usted me tocaba las partes íntimas, y se masturbaba utilizando mi mano», dice Anna, de 39 años, mirando a los ojos del cura que la violentó. Él, sentado frente a ella tapándose la cara con las manos, pregunta: «¿Qué debo hacer ahora?» Y agrega que se arrepiente y, a menudo, ora por las personas que maltrató.
Los gruesos muros de la Iglesia
En un país en el que 90% dice profesar el catolicismo y la palabra del sacerdote todavía tiene peso, la divulgación del abuso sexual genera un terremoto social.
La película desvela también la resistencia que sufren las víctimas dentro de la Iglesia: puertas cerradas, protección de los perpetradores, desconfianza general frente a sus tragedias: la película muestra historias reales de abuso, a veces espeluznantes. «La pedofilia en la Iglesia siempre ha sido un problema sistémico», dijo el sacerdote jesuita Jacek Prusak en una conversación con el canal privado TVN24. «El problema no son solo los curas, sino la institución en la que se cometen estos delitos, que los facilita y hasta los justifica». La cabeza de la Iglesia polaca negó primero los abusos denunciados en el documental, luego se disculpó vacilante, para luego ignorarlos nuevamente.
El arzobispo de Gdańsk, Leszek Glodz, del ala ultraconservadora, dijo que él no vería películas «sin valor». Los políticos del partido liberal de izquierda «Primavera» mostraron entonces la película frente a la casa de Glodz. Tras las palabras, ¿vendrán los hechos? Incluso Grzegorz Schetyna, el jefe del mayor partido de la oposición, «Plataforma Cívica», que busca una buena relación con la Iglesia, dijo que «la lucha contra la pedofilia no es una lucha contra la Iglesia, sino por la defensa de los niños. Y no nos detendremos ante nadie».
Varios partidos de la oposición solicitan un comité de investigación ampliado, que debería incluir a representantes de las víctimas. El acceso a los archivos de la Iglesia también se ha solicitado. El estreno de este documental llega en medio de un momento políticamente caldeado en Polonia. Las elecciones europeas tienen lugar este 26 de mayo, las parlamentarias seguirán en otoño y las presidenciales en 2020. El partido gobernante PiS, que se ve como preservador de la fe y la Iglesia, se arroga ahora la lucha contra el abuso infantil en las filas de la Iglesia Católica. Entrentano, el Gabinete del Primer Ministro Mateusz Morawiecki propone que los autores de abusos sexuales contra menores reciban una pena de hasta 30 años de prisión, que estos no prescriban y que el límite de edad sea aumentado de 15 a 16 años.
Una cosa queda clara: después de este documental, los delitos sexuales contra menores en la Iglesia polaca ya no podrán ser ignorados. También en Polonia crece el número de feligreses asqueados de Iglesia, mientras hay cada vez menos seminaristas. Con su conducta, la Iglesia misma acelera la secularización
Desiderio, le dejo mi comentario aca pues el sitio al que escribe tiene a bien censurarme….
Desiderio…realmente cree que los que intentan a la desesperada buscar justificaciones a sus esquemas mentales les interesa la verdad o la justicia. No lo creo, incluso he perdido la fe que muchos de los católicos les interese la verdad o la justicia mesiánica y utópica de su propia neo tribu, la elite esta tan corrupta como la elite política de cualquier estado, y la feligresía tan aturdida y desorientada que solo es capaz de balbucear estas estupideces.
¿Podrá resistir la teocracia vaticana la revolución digital de las telecomunicaciones, de la ciudadanía digital que desde España pide justicia a un niño violado en Australia? No lo creo.
El caso de Pell muestra la dimensión y el impacto que los escándalos de abusos pueden tener en la Iglesia universal. El Colegio Cardenalicio tiene actualmente 122 miembros con derecho a elegir un Papa en un cónclave. En pocos días, dos de sus miembros han sido condenados. Mientras Pell fue encarcelado por delito de abusos, el arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin, fue condenado a seis meses de libertad condicional por encubrimiento de delitos de abusos. Sería muy difícil tolerar que ambos puedan concurrir en un cónclave. Barbarin ya anunció su renuncia como arzobispo. En el caso de Pell, el Vaticano esperará a la apelación. Entretanto, ya se inició un proceso según el Derecho Canónico.
Citado de https://www.dw.com/es/george-pell-y-el-ocaso-de-la-iglesia/a-47893556
A veces uno siente un profundo asco por sus semejantes (“homos”):
Tras las palabras, ¿vendrán los hechos?
https://www.dw.com/es/abuso-de-menores-en-la-iglesia-documental-enciende-debate-tabú-en-polonia/a-48751145
Gracias por tus opiniones
http://huxley2.cubava.cu/2018/09/03/el-evangelio-de-la-familia/
Aunque la Iglesia Católica es el blanco preferido de los que condenan estas horribles y repudiables prácticas pedófilas, no es la única institución religiosa, fraternal, escolar, etc. en que esto ocurre, ni tampoco es la única que trata de silenciar el escándalo. Estos son hechos que ocurren con mucha frecuencia y los que salen a la luz son solo la punta de iceberg, según estudios, incluso nacionales, donde mas se manifiestan es en el seno familiar y de los allegados a los círculos familiares. Pregunten a quienes cursaron estudios en ESBEC e IPUEC sobre el tema, por no mencionar acampadas y otras actividades extracurriculares con infantes y jóvenes.
Y que conste aborrezco absolutamente los que se aprovechan de su posición para violentar a infantes y adolescentes, tal como creo que deben ser castigados sin clemencia ni justificación, ocurran donde ocurran los hechos, Iglesia Católica incluida.
De acuerdo, poder, dinero, abuso sexual (que es abuso de poder) se define el tema. Lo que ocurre con la Iglesia, es que se sostienen en la doctrina de la superioridad y la autoridad moral; como el Estado, la Familia, y, claro el Poder. Gracias por las palabras, pero no somos nosostros, el blog es personal…digo mio.
https://elpais.com/cultura/2019/08/13/television/1565690021_525574.html
https://elpais.com/sociedad/2019/08/10/actualidad/1565442622_277654.html
https://elpais.com/cultura/2019/06/28/television/1561712081_142964.html
Esto es lo que sale en los medios, pero en realidad puede ser el maestro de segundo grado, el cura de la esquina, el tio buena gente o el vecino…