Tao Dance, llave de toda mudanza.

 

La mujer es superior al hombre como el agua al fuego, dice el Tao.

Una de las mejores experiencias del verano fue presenciar al ballet  TAO Dance Theater, de Beijín, China… con su proyecto «Tao Dance». 

Ballet con el que recorre el orbe, con criticas excelentes desde Paris a New York  y con una afluencia de aficionados a la danza o no que ya se cuentan en decenas de miles desde su natal  Beijín hasta Estocolmo. Cautivando a todos los públicos.

Tao Dance  es un inusual esfuerzo de llevar un texto con connotaciones filosóficas, existenciales, religiosas, antropológicas y espirituales a la danza. La meta era inalcanzable, pero no los resultados.

Terminas de ver a la docena de danzantes, y te reconoces en sintonía con todos los seres, y el infinito silencio del universo, de ser y el no ser, de la música y la poesía. Terminas bailando, riendo, amando.

El poeta que escribe sobre el caparazón de una tortuga milenaria… 

El Tao que puede expresarse
no es el Tao permanente.
El nombre que puede nombrarse
no es el nombre permanente.
El no-ser es principio del Cielo y de la Tierra;
el ser, de los infinitos seres, es la madre.
Por eso con el permanente no-ser
se contempla la esencia escondida (del Tao);
con el permanente ser
se contemplan meros indicios del Tao.
Estos dos (no-ser y ser) tienen el mismo origen
aunque diferentes nombres;
tanto al uno como al otro puedes llamarlos misterio.
Misterio de los misterios, llave de toda mudanza.